En ocasiones se habla demasiado de lo negativo de los videojuegos y nos olvidamos de todos los aspectos positivos de jugar a videojuegos. En ocasiones, incluso, nos enseñan valores para el mundo real. No todos hacen inciso en ello, pero quizás de forma indirecta nos muestran lo que está bien y lo que está mal, aprendizajes que dependiendo de nuestra edad y nuestra mentalidad pueden ser muy importantes para el día a día.

Nadie discute el valor educativo y la capacidad cultural de los videojuegos, sin embargo, en muchos casos, desde casa y sobre todo desde la escuela, se rechaza su poder, sin preguntarnos qué tienen para que motiven y hagan esforzarse tanto al usuario para que aprenda su manejo durante horas.

Sin duda, los videojuegos han demostrado ser un reflejo de la sociedad en que vivimos; aportando historias, mostrando valores beneficiosos y exponiendo estructuras culturales, políticas y económicas de nuestro mundo. Los videojuegos son elementos de transmisión cultural con mucho potencial, son una gran herramienta para transmitir y promover ideales y un sentido de la integridad e inclusión hacia la comunidad a la cual pertenece el jugador, capaces de reforzar la personalidad del jugador, colaborando en la formación de su propia identidad como sujeto dentro de una determinada sociedad y cultura, tal y como muestra María Teresa Gómez del Castillo de la Universidad de Sevilla en el ensayo Videojuegos y transmisión de valores.

Los videojuegos han demostrado ser un reflejo de la sociedad en que vivimos; aportando historias, mostrando valores beneficiosos y exponiendo estructuras culturales, políticas y económicas de nuestro mundo 

Los videojuegos como herramientas

Cada vez más, las organizaciones e instituciones son conscientes del poder de transmisión de los videojuegos, creando diferentes juegos para transmitir valores: como por ejemplo, el videojuego Diana frente al espejo, un juego de PC creado por El Ayuntamiento de Málaga y la Universidad de Málaga, que busca ser utilizado como una herramienta de prevención para la violencia de género entre adolescentes y jóvenes, para que desde la experiencia virtual se pueda desarrollar las habilidades necesarias para detectar y afrontar las manifestaciones machistas violentas dentro de la pareja.

También destacan videojuegos que han tenido mucho recorrido y éxito, creado por diferentes organizaciones, que buscan la crítica a la sociedad como, por ejemplo, Oiligrachy, que busca denunciar los efectos negativos de la extracción de petróleo en nuestro planeta y ecosistema o Gulf War 2 un videojuego antibelicista, que critica las últimas guerras en Oriente Medio.

Sin duda, muchos videojuegos han intentado cambiar el mundo, y aunque tal vez pueda sonar demasiado ambicioso, lo cierto es que varios videojuegos se han atrevido a hablar de valores tanto directamente como indirectamente, capaces de despertar en nosotros cierta reflexión, demostrando como la gamificación puede ser una buena herramienta para fomentar la empatía, promover la paz, defender los derechos de las personas o difundir valores cívicos. Frente al estereotipo de que los videojuegos provocan comportamientos antisociales o violentos, la realidad es que muchos videojuegos pueden fomentar actitudes prosociales y positivas para el conjunto de la sociedad.

No obstante, no todos los videojuegos son juguetes, ni todos los juegos pretenden adoctrinarnos, pero todos facilitan el trabajo a la hora de conocer nuestra sociedad. Sea cual sea la lección. Sin embargo, hay que saber usarlos.

Ni todos los videojuegos son juguetes, ni todos los juegos pretenden adoctrinarnos, pero todos facilitan el trabajo a la hora de conocer nuestra sociedad. Sea cual sea la lección

Todos los juegos tienen su momento y su lugar, y bien usados pueden llevarnos a beneficios inimaginables. De la misma manera que no dejaríamos que nuestro hijo de 7 años leyera a Bukowski, no deberíamos dejar que nuestro hijo de 7 años jugar a según qué títulos. Y si lo hacemos, hay que estar al lado, pendientes, para explicarle todo aquello que pudiera ser controvertido.

Con este objetivo desde The Good Gamer trabajamos para divulgar las cualidades del sistema PEGI y demostrar que jugar a videojuegos con responsabilidad nos aportaran muchos beneficios.

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