Dos disciplinas, una sala de hospital y un objetivo: conseguir que los pacientes que se someten a diálisis mejoren su estado de salud a través del ejercicio y rehabilitación con videojuegos. Un trabajo liderado por Eva Segura, doctora en Fisioterapia por la Universidad CEU Cardenal Herrera, que tras mucho insistir, ha demostrado las ventajas que los videojuegos pueden tener para mejorar el proceso de recuperación de los pacientes que se someten a diálisis.
Eva estaba convencida de que los pacientes necesitaban programas de ejercicio para fomentar una vida más saludable y disfrutar de una vida más activa; y durante su investigación ha encontrado en los videojuegos un potente aliado. Comenzó esta tarea desde cero en España siendo conocedora del éxito de esta sinergia en otros países como Grecia, Suecia o Estados Unidos.
El videojuego potencia la adhesión al tratamiento. Al ser una actividad lúdica los pacientes “hacen más sesiones que si se trata de algo convencional, y ahí tenemos el éxito (…) Los pacientes que tienen poca autoconfianza en que puedan realizar ejercicio convencional no le ven tantas barreras a ‘jugar’ un poco”.
“La idea de llevar la realidad virtual y los videojuegos a la hemodiálisis vino de una tesis doctoral que dirigí junto al doctor Gil sobre la parálisis cerebral infantil”
Eva Segura, Doctora en Fisioterapia
El punto de partida
Este proyecto surgió a partir de un videojuego orientado a pacientes con parálisis cerebral que se ha adaptado al mundo de la fisioterapia. Un proyecto de colaboración en el que participaron la doctora Segura y el doctor José Antonio Gil, ingeniero informático en la Universitat Politècnica de Valencia. “La idea de llevar la realidad virtual y los videojuegos a la hemodiálisis vino de una tesis doctoral que dirigí junto al doctor Gil sobre la parálisis cerebral infantil”, aclara Eva.
Aunque el punto de partida sea la relación que fisioterapia y nefrología sostienen, el futuro puede ser igualmente esperanzador para otras patologías o especialidades. “Creo que la realidad virtual puede motivar a pacientes con baja capacidad funcional en muchos ámbitos en los que trabajamos los fisioterapeutas”, añade.
Los videojuegos generan “un ambiente lúdico en el paciente que no lo consigue con el ejercicio convencional, sobre todo en pacientes con peor condición física”
Eva Segura, Doctora en Fisioterapia
“Los pacientes con enfermedad renal crónica terminal están sentados o tumbados forzosamente 12 horas por semana, cuatro por cada sesión de diálisis que reciben. El ejercicio regular mejora la capacidad de realizar actividades cotidianas como andar o levantarse de la cama”, explica Eva.
Con el mundo de la tecnología sobre la mesa, se abre un nuevo escenario en el que la realidad virtual es partícipe. “Tras probar muchos tipos de programas de ejercicio desde entonces, tanto aeróbico como fuerza o ejercicio en casa, el uso de realidad virtual no inmersiva es mi favorito. Genera un ambiente lúdico en el paciente que es difícil de conseguir con el ejercicio convencional, sobre todo en pacientes con peor condición física”, asegura.
Dos especialidades que se complementan
El proyecto se ha desarrollado de forma conjunta entre Eva Segura y Alicia García, nefróloga en el Hospital de Manises. Las dinámicas de los videojuegos cobraron importancia en esta tarea de ayuda a pacientes cronificados, obligados además a largas sesiones que exigen mucha constancia. “Mi experiencia y la evidencia señalan que cualquier cosa que haga moverse al paciente le va a reportar beneficios. Busquemos entonces lo que más motive y sea más fácil de implementar en la rutina clínica”, considera.
Beneficios para el paciente
En este contexto, se tiene que hacer frente a otras complicaciones derivadas de enfermedades que requieren diálisis. “Hay pacientes que rechazan el ejercicio y es difícil convencerlos, dado que tienen muchas patologías asociadas y deben cuidar muchos aspectos de su salud”, asegura Eva. Es por ello que se apoya en tareas de concienciación y convencimiento. “Se trata de cambiar la actitud y hacerse responsable de la propia salud a través de hábitos como practicar ejercicio. Además, el paciente tiene que reivindicar su derecho a recibir ejercicio puesto que se ha demostrado que mejora su salud”.
“Esperamos demostrar en el futuro que además reduce costes por disminuir la morbilidad y el uso de recursos sanitarios”
Eva Segura
Una realidad que no tiene sólo beneficios para el propio paciente de diálisis. Esta práctica con realidad virtual podría beneficiar al sistema sanitario al tener ‘pacientes’ con mejor salud. “Esperamos demostrar en el futuro que además reduce costes por disminuir la morbilidad y el uso de recursos sanitarios”, señala.
Adaptación a otras áreas
Las investigaciones de la doctora Segura no habrían sido posibles sin la colaboración y la comprensión de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, quien financia sus proyectos relacionados con el ejercicio en hemodiálisis. “Quiero agradecérselo, por mi parte y por la de todos los pacientes a los que hemos ayudado a tener una mejor calidad de vida”, manifiesta.
Una realidad que no es común en otras instituciones, tanto públicas como privadas, a las que apela. “Es una pena que a nivel público no hayan visto el impacto de estos programas, pero confiamos en realizar estudios multicéntricos que muestren el impacto económico a entidades públicas”. Una tarea hercúlea pero necesaria para “sensibilizarlas de la necesidad de invertir en personal experto en ejercicio terapeútico en las unidades de hemodiálisis”.