Los Serious Games son videojuegos diseñados para un propósito principal distinto al de la pura diversión: son juegos cuyo propósito principal no es el entretenimiento, sino que van un paso más allá. Su objetivo es formar, educar, persuadir, informar e incluso denunciar a través de mecánicas interactivas desde diferentes áreas.
El término Serious Games apareció a finales de los años 60, de la mano del terapeuta británico Clark Abt, quien propuso mejorar el aprendizaje a través de juegos tradicionales, como cartas y juegos de mesa, para revertir positivamente la participación de los jugadores. Con esta propuesta, Abt buscaba aproximar el contenido docente al mundo real, creando una tendencia para innovar en los programas educativos y combatir así el fracaso escolar.
Sin duda, los tiempos avanzan. Los tableros y cartas, aunque siguen vigentes entre nosotros, han evolucionado hacia los videojuegos, consolas, ordenadores y móviles, adaptándose a las nuevas tendencias tecnológicas y ayudando a crear nuevos canales formativos, con el objetivo de conectar mejor con los usuarios. Según Óscar García, director de gamificación de Cookiebox y director académico de ENTI en la Universidad de Barcelona, con los Serious Games el alumno se divierte mientras aprende, consiguiendo asimilar mejor la materia. Por otra parte, el profesor encuentra en ese beneficio una forma de hacer menos tediosas las labores formativas.
Con los Serious Games el alumno se divierte mientras aprende, consiguiendo asimilar mejor la materia. Por otra parte, el profesor encuentra en ese beneficio una forma de hacer menos tediosas las labores formativas
Óscar García, director de gamificación de Cookiebox y director académico de ENTI en la Universidad de Barcelona
Actualmente, existen una infinidad de proyectos donde los Serious Games han demostrado ser un gran vehículo para la formación de los alumnos. Destaca, entre otros, la iniciativa del profesor estadounidense Jonathan Schaper, que utiliza los videojuegos para que sus alumnos descubran el método científico. Un ejemplo es el videojuego Project Hastur, un título de Tower Defense (Defensa con Torres), donde los enemigos alienígenas evolucionan utilizando modelos biológicamente precisos para ganar la batalla.
Por otro lado, ayuda a los estudiantes a probar las teorías de la evolución, a analizar e interpretar los datos conseguidos en cada nivel, acercando al alumno cada vez más al método científico. Sin duda, les estimula a romper las barreras del aprendizaje, haciendo que los niños y niñas asimilen mejor los contenidos.
Por otro lado, ayuda a los estudiantes a probar las teorías de la evolución, a analizar e interpretar los datos conseguidos en cada nivel, acercando al alumno cada vez más al método científico. Sin duda, les estimula a romper las barreras del aprendizaje, haciendo que los niños y niñas asimilen mejor los contenidos.
Diferentes estudios han demostrado los beneficios de los videojuegos en los más pequeños, como la investigación que ha llevado a cabo la Universitat Oberta de Catalunya. Ha demostrado que los las personas que de pequeños jugaban a videojuegos, de mayores tienen habilidades de memoria mejoradas, independientemente de si continúan o no jugando en la etapa adulta.
Es indudable que las ventajas de los Serious Games son infinitas, y cada vez más este tipo de videojuegos están ganando relevancia en diversos campos, desde la economía a la medicina, pasando por la ecología y seguridad vial, sin olvidarse de la educación.
Como comenta Baltasar Fernández, catedrático en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid y director de la Cátedra Telefónica-Complutense de Educación Digital y Serious Games, los videojuegos serios son una puerta abierta a nuevas formas de educar de manera más inmersiva, que ya han demostrado resultados en diferentes ámbitos de la educación.
Los videojuegos serios son una puerta abierta a nuevas formas de educar de manera más inmersiva, que ya han demostrado resultados en diferentes ámbitos de la educación
Baltasar Fernández, catedrático en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid y director de la Cátedra Telefónica-Complutense de Educación Digital y Serious Games
Conociendo todas estas cualidades, desde The Good Gamer trabajamos con muchos docentes para contribuir a crear mejores herramientas con nuevas metodologías para los alumnos y profesores.
En definitiva, los Serious Games siguen creciendo cada vez más, confirmando su potencial para formar no solo en educación, sino también en otros sectores de nuestra sociedad.