Jugar al pilla pilla o a polis y cacos son acciones cotidianas que miles de niños realizan. Sin embargo, pequeños como Daniel, con TEA (Trastorno del Espectro Autista), se enfrentan a un reto mayor a la hora de enfrentar estas interacciones sociales. Teniendo en mente está barrera su madre, Helena Flores, ingeniera informática con 18 años de experiencia en el TIC/Digital y una de las personas que forman parte de Euphoria Studios, se aventuró con el proyecto BlueUnicorn PlayGround, para facilitar el acceso de los niños con autismo a estas socializaciones lúdicas, a través de los serious games y la gamificación.
Aunque antes de describir el proyecto es importante aportar luz sobre el autismo. “No es una enfermedad y por tanto no es curable, pero con la estimulación adecuada un niño con autismo puede mejorar mucho en las áreas con dificultades”, nos cuenta Helena. Alteraciones en la comunicación verbal y no verbal, un repertorio limitado de intereses o algunas dificultades en tareas ejecutivas o para llevar a cabo juegos simbólicos y funcionales son algunos de los ejemplos de las trabas a las que los niños con autismo se enfrentan, y hacia las que se orientan los esfuerzos de BlueUnicorn PlayGround para limar esa barrera.
“Los niños y niñas con autismo no aprenden a jugar por observación. Necesitan que les anticipes las reglas del juego y lo que se espera de ellos”, aclara. Razón por la que este aprendizaje previo, en sus propias palabras, “es importante para que no se queden sin participar, quedando aislados o incluso enfadándose por la frustración que sienten”.
Por medio de la gamificación y los serious games que BlueUnicorn PlayGround propone, los niños se entrenan en cómo jugar para posteriormente generalizar el aprendizaje al contexto natural del juego, facilitando la inclusión social de ellos en un juego con iguales. Una cualidad en la que los menores con TEA no difieren de los que no lo tienen, ya que el divertimento, las ganas de pasarlo bien y al fin y al cabo, la libertad de disfrutar de ser un niño, no entiende de trastornos.
“BlueUnicorn es una plataforma que habilita una experiencia visual, simple, estructurada, repetitiva e interactiva para las personas con TEA a través de la realidad aumentada y los videojuegos serios”, puntualiza Helena, que nos remarca que las personas con TEA reaccionan bien a este tipo de estímulos, además de mostrar predilección por materiales visuales, aunque tienen dificultades para comprender el lenguaje hablado.
Niños con autismo que aprenden a jugar jugando
El juego es una fase primordial del desarrollo infantil, tanto para el desarrollo de capacidades como para la inclusión social. Sin embargo, algunos factores cotidianos de este como un entorno muy cambiante, con poca anticipación de hechos, sin reglas o con conversaciones muy rápidas puede convertirse en una complicación para un niño con TEA.
“Es un videojuego para aprender a jugar”
Helena Flores
Desde BlueUnicorn PlayGround lo que se hace es dar herramientas sociales y entrenar en el juego a estos niños, para que pueda adaptarse plenamente al resto de dinámicas. “Es un videojuego para aprender a jugar”, comenta Helena. “Enseña las reglas tradicionales y a interactuar en un entorno seguro y guiado, que luego puede ser generalizado en un entorno normalizado con iguales”, asegura.
Se abre así una ventana de oportunidades a través de las nuevas tecnologías, mejorando la intervención terapéutica en determinados trastornos, donde el uso de videojuegos serios se puede dirigir al entrenamiento de habilidades y destrezas.
“En estos videojuegos las personas son capaces de moverse e interactuar libremente, experimentando con simulaciones como si estuvieran realmente allí”, agrega Helena. “Esta experiencia realista e interactiva ayuda a las personas a aprender más rápidamente, recordar procedimientos y desarrollar competencias esenciales”, añade.
Factores necesarios en el crecimiento, tanto social como intelectual de las personas con autismo. “Son aprendices visuales y necesitan que se les estructure la información sobre situaciones y rutinas que queremos que aprendan”, puntualiza.
Crecer divirtiéndose
BlueUnicorn PlayGround se enfoca así a una doble necesidad: incluir socialmente a los niños con TEA y que no tengan que renunciar a su niñez. Razón también por la que desde este proyecto se están haciendo pruebas con la AtemyTea de Murcia (un centro de orientación terapéutica para diferentes trastornos), y cuyos primeros resultados están siendo halagüeños, porque aceptan muy bien esta herramienta de aprendizaje.
La propuesta también ha sido presentada a otras federaciones, como Astrade, la Confederación de Autismo de España, cuyas acogidas están siendo muy positivas por parte de familias y especialistas. “Ven a BlueUnicorn como una herramienta con mucho potencial de crecimiento, ya que podemos añadir contextos y situaciones que van más allá del juego, ayudando al niño en transiciones hacia adolescencia o adultez”, asegura Helena.
Un gran camino en el que niños, padres y asociaciones van de la mano, sorprendidos por la posibilidad de personalización que el juego ofrece a cada niño. “El usuario con TEA puede hacer las repeticiones que sean necesarias, descartando variables que puedan alterar el aprendizaje”, remarca Helena, que incide también en la versatilidad de estas configuraciones.
“Ayudas visuales, diferentes tamaños de escenarios, un modo social o variar las condiciones ambientales son elementos que permiten modificar, en función del usuario, el aprendizaje dentro de BlueUnicorn Playground”, matiza. Una tarea que convierte a los serious games y la gamificación en una forma más accesible de hacer que los niños con TEA puedan incorporarse al juego real con menos dificultades tras conocer la fase interactiva.