Ampliar horizontes, visibilizar y concienciar sobre el autismo mientras uno se divierte son los tres pilares sobre los que se asienta Treasure Rangers. Un videojuego desarrollado por el estudio independiente Relevo Videogames, del que Jon Cortazar es CEO y fundador, que ha contado con el apoyo de PlayStation España. La iniciativa, que Jon llevaba fraguando en su cabeza desde hace varios años, se cristaliza en este videojuego donde uno de los cuatro personajes, Randy, es un chico con autismo.
Inclusión y concienciación sobre el autismo
Abanderando la inclusión y la concienciación sobre este trastorno, Treasure Rangers se dirige a un público generalista, al que invita a conocer más sobre el autismo. “Es importante aclarar que hay muchos cuadros diferentes de autismo e imposible tratar de representar todos ellos”, asegura Jon. “Es cierto que los medios suelen representar cuadros de altas capacidades o asperger, ya sea en películas o series, quedando el resto de cuadros más relegados”, reconoce.
Por eso en Treasure Rangers el ‘protagonista’ es Randy, un niño con autismo sin comunicación verbal y con dificultades para procesar los estímulos sensoriales. Sin embargo, en esta aventura Randy no está solo. La experiencia nos sumerge en un mundo virtual donde él y sus amigos buscarán la victoria. Una mecánica que pone en valor el carácter inclusivo del videojuego y reivindica el trabajo en equipo.
Jon cataloga Treasure Rangers como el proyecto que siempre ha querido hacer. “Estaba a la espera del apoyo necesario para su desarrollo”, asegura. Un impulso que llegó de mano del programa de Alianzas de PlayStations Talents, que favorece el desarrollo de proyectos de estudios nacionales, y de Compromiso PlayStation, que forma parte del compromiso de la empresa para mejorar la vida de las personas, sobre todo de los más jóvenes, a través del mundo del videojuego.
Con este espaldarazo, Jon está cumpliendo este sueño, que durante años han tenido en cartera y que ahora se está haciendo realidad. “Queda mucho esfuerzo por delante hasta que esté completado pero estamos muy contento con lo que estamos consiguiendo”, reivindica con optimismo. Cargados de ilusión y con un objetivo claro: visibilizar dicho trastorno, Treasure Rangers se convierte en una iniciación para muchos jugadores que desconocen realmente qué es el autismo, un trastorno del que se estima que hay un 1% de diagnósticos a día de hoy. Un tema que al propio Jon le toca en casa, ya que uno de sus tres hijos lo padece, lo que supuso el aldabonazo definitivo para confeccionar un videojuego de entretenimiento que incluyera un personaje con este trastorno y que ahora, desde Relevo, se encuentra en fase de producción.
Todos jugamos
La dinámica de Treasure Rangers, potenciada por esa visión empática y del trabajo en equipo, discurre en un videojuego en el que puzles, plataformas y exploración se mezclan, permitiendo desarrollar una narrativa rica dentro de la historia. “Es interesante porque el jugador puede sentir en su propia experiencia y en las mecánicas del juego las diferentes ventajas y ventajas de cada personaje”, asegura.
Para ello están creando un universo que se parece a las series de animación juveniles de acción. “Son cuatro personajes que forman una cuadrilla que se apunta a todas las aventuras de su vecindario”, nos cuenta. “Cuando estos personajes se transportan a un sistema de cuevas bajo su barrio, obtienen poderes mágicos que tienen que ver con las habilidades y aficiones de cada uno”, concreta, permitiendo al jugador manejar diferentes perfiles.
“Por ejemplo, sabrá que Lucy no tiene tanta agilidad como el resto, pero tiene mucha fuerza y es capaz de arrastrar rocas”, asegura sobre uno de los protagonistas. “En el caso de Randy, el chico con autismo, el jugador descubrirá que le necesita para resolver rompecabezas y memorizar pistas, porque es quien tiene la mejor memoria de todos”, añade. “Pero también entenderá que en los lugares muy ruidosos se tapará los oídos y no podrá entrar hasta que otro personaje elimine la fuente del estímulo”, puntualiza, poniéndose así en valor la tarea conjunta que se debe realizar y, al mismo tiempo, permitiendo al jugador que empatice con el personaje de Randy y comprenda mejor su situación.
“El videojuego es una vía para contar historias interactivas: y dentro de esas historias, donde el jugador tiene el poder de interactuar y sentirse parte de ellas, pueden lanzarse mensajes positivos en cualquier sentido”
Jon Cortazar
De esta forma, Treasure Rangers se convierte en una herramienta en la que socializar y empatizar a través del ocio es divertido y accesible. “El videojuego es un arma tremenda de comunicación. No sólo utilizado de forma explícita, a nivel formativo o terapéutico”, agrega. Rompiendo el tópico del aislacionismo que muchas veces se achaca, de manera inconsciente, al mundo del videojuego. Al final, el propio Jon reconoce que el videojuego “es una vía para contar historias interactivas: y dentro de esas historias, donde el jugador tiene el poder de interactuar y sentirse parte de ellas, pueden lanzarse mensajes positivos en cualquier sentido”.
Integrar y desterrar prejuicios
Una reivindicación personalizada en Treasure Rangers pero que es compartida por otros muchos videojuegos, incluso saliendo del perfil de los ‘serious games’. “Una de las claves de Treasure Rangers es que no pretende ser un ‘serious game’, o un producto educativo explícito”, matiza. “Es un videojuego de entretenimiento, cuyo objetivo es ser divertido y en el que de manera natural está incluido un personaje con autismo, sin hacer constante referencia al trastorno”, enfatiza. Una tarea que Jon define a la perfección como “inclusión, que es lo que el videojuego persigue”, y que encuentra en estos una buena forma de aumentar la sensibilización social.
“Los videojuegos forman parte del día a día y en ellos se puede integrar a colectivos menos visibilizados socialmente para que la sociedad los comprenda”, añade. “No pretendemos educar con Treasure Rangers acerca del autismo, ¡nos basta con que cualquier jugador que se acerque a él conozca cuatro nuevos personajes y se anime a compartir sus aventuras!”, enfatiza