“En el campo de la informática unos pocos años significan una revolución tanto a nivel hardware como de ingeniería del software”. No son palabras nuestras, son de Francisco Perales, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la Universitat de las Illes Balears, en la que ejerce de profesor desde 1986.
Perales, una voz autorizada en la informática nacional, ha consagrado buena parte de su extensa carrera a campos que, cuando empezó en los años 80, sonaban casi a ciencia ficción. Inteligencia artificial, la interacción hombre-máquina o la visión por ordenador son sólo un ejemplo de su trabajo, realizado desde hace más de 33 años en la UIB y que desde hace dos se ha volcado con un nuevo proyecto: INeDITHOS.
Tecnología informática al servicio de la medicina
La iniciativa, cuyo nombre deriva de Investigación e Intervención para la Inclusión Educativa y Tecnológica en Pedagogía Hospitalaria, tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes con enfermedades minoritarias (EM) a través de voluntariado y estudiantes que emplean la metodología Aprendizaje/Servicio (ApS).
La tecnología informática se pone al servicio de la medicina para reivindicar el papel que ambas desarrollan de manera conjunta, y donde la medicina ha encontrado un importante apoyo para encaminar sus pasos en esta revolución de lo digital. “El ser humano es visual y la medicina tiene muchas áreas donde el diagnóstico se guía por pruebas que requieren de información visual del cuerpo”, asegura.
Radiografías, resonancias o un tac son ejemplos de ello y, en palabras de Perales, “manejar de forma eficiente esta información ha supuesto una revolución para aplicar las TIC al campo sanitario”. Algo que encontramos de manera perentoria en la neurocirugía, donde se aplican sistemas de realidad aumentada, comenta Francisco, “que han permitido al cirujano realizar una perfecta simbiosis entre el profesional de la medicina y la tecnología”.
Realidad virtual para la gestión del dolor crónico
Un campo, el de la realidad virtual y aumentada, en constante crecimiento y que supone un reto pero también un acicate para los profesionales y para el alumnado. Una muestra de ello lo encontramos en el concurso TalenTIC 2018, donde alumnos de la UIB desarrollan aplicaciones innovadoras dentro del mundo de las TIC. Este es el caso de un sistema de realidad virtual para la gestión del dolor crónico en jóvenes con enfermedades raras, que ha sido desarrollado por el alumno Miquel Roca.
Con Francisco Perales como tutor, el trabajo se enfoca en una aplicación de VR, que facilita la regulación del dolor a través de estímulos visuales, auditivos y vibrotáctiles, y que se ha llevado a cabo también con la participación de INeDITHOS. “Este proyecto da una buena muestra de la combinación de equipos multidisplinares donde la tecnología está al servicio del usuario que necesita una mejora de la calidad de vida”, resalta.
Sin embargo, no es el único campo donde informática o videojuegos se imbrican con la medicina. “Hoy en día se ve con mucha más naturalidad los equipos multidisciplinares”, indica. Algo que queda patente en la génesis de INeDITHOS, que se inició en 2003 bajo la supervisión de los doctores Sebastià Verger y Francisca Negre, preocupados por la mejora de la calidad de vida de enfermos pediátricos, y que en la actualidad integra a equipos en los que se encuentra profesionales de la educación inclusiva, de tecnología educativa, así como fisioterapia, matemáticas o informática, donde entra la tarea de Francisco Perales.
“El ser humano necesita jugar, es su forma de aprender. Nosotros usamos los videojuegos para conseguir alguna mejora en determinadas habilidades del usuario”
Francisco Perales, catedrático de la Universitat de las Illes Balears
“Las perspectivas distintas son enriquecedores y hacen que las soluciones sean más consistentes y consensuadas”, declara. Un punto de vista que también ostenta desde su posición como director de UGIVIA (Unitat de Gràfics i Visió per Computador i Inteligència Artificial) y como miembro del IUNICS (Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud) desde donde se han desarrollado diversas iniciativas relacionadas con los Serious Games. “El ser humano necesita jugar, es su forma de aprender. Nosotros usamos los videojuegos para conseguir alguna mejora en determinadas habilidades del usuario”, matiza.
“Jugar implica tomar decisiones con unas reglas y aprender a medida que jugamos”, nos cuenta. Ésta es la base sobre la que se desarrolla GeniusUp, una aplicación a modo de videojuego donde el niño mejora sus cualidades de memoria y atención cuando juega además de aprender conceptos de materias curriculares. Para ello se utiliza un juego ya conocido, como UNO y Candy Crush, ligeramente variadas para darle un contenido pedagógico. “Necesitamos divulgar la ciencia y tecnología entre los jóvenes y potenciales futuros investigadores, ¿qué mejor forma de acercarnos a su entorno actual sino es a través de los videojuegos?”, puntualiza. Un mundo lleno de ventajas que se abren para educador y alumno con las tecnologías de la información y que para Francisco Perales marcarán un futuro en el que habrá una utilización masiva de éstas. Y, lo mejor de todo, “extrapolable a cualquier rama del saber”.