En muchas ocasiones para los padres los videojuegos suponen una fuente de preocupción o de “pelea”, algo que lleva al conflicto con los hijos. Sin embargo, además de reportar beneficios para los más pequeños, los videojuegos pueden convertirse en nuestros aliados e incluso ayudar a mejorar la relación con nuestros hijos.
Los videojuegos no solo fueron creados para el disfrute de una sola persona, sino que actualmente y desde hace años, encontramos diferentes títulos de videojuegos ideales para jugar en compañía. Juegos pensados para pasar un buen rato en familia, divirtiéndonos y aprendiendo con las diferentes propuestas y aventuras que nos presentan sus creadores.
Recordad que las familias que juegan juntas, aprenden juntas. Y la mejor manera de entretenerse y educar a un tiempo es haciendo un uso responsable de los videojuegos, para que ellos se diviertan y vosotros os sintáis seguros.